En el triunfo de dos alcaldes del PP hay un toque de venganza. Por un lado, Xavier García Albiol en Badalona; de otro, José Ballesta en Murcia. Ambos con mayorías absolutas el domingo, ambos descabalgados antes por las reglas de la democracia. Esas reglas que ... no tienen que ver necesariamente con que no te hayan votado en unas elecciones. Por mociones de censura.
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Albiol, cuya victoria es una isla en Barcelona norte, vuelve a la alcaldía sucediendo al socialista Guijarro. Ballesta vuelve sucediendo a Serrano, que llegó al consistorio de Murcia porque en el Ayuntamiento, al contrario que en la comunidad, sí prosperó la maniobra de Ciudadanos. Sus cuatro concejales han desaparecido como lágrimas en la lluvia (por lo mismo que en España y, además, por esa moción de censura). Como diría Nancy Astor, Albiol y Ballesta podrán ahora disfrutar de lo malo que tiene el triunfo: tener que aguantar a toda esa gente que los han desairado estos años.
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