Había sacado un libro biográfico y pregunté a El Juli, que había tenido aquel accidente de tráfico, si le había cogido miedo a conducir. Me dijo que no pensaba que iba a morir cuando se ponía al volante. Otra cosa es ponerse delante de un ... toro. Entre las noticias más extraordinarias de estos días está la protagonizada por el matador sevillano Juan Ortega como novio a la fuga. Nos han contado que, una hora antes de su boda con una cardióloga en Jerez, se echó atrás. La novia no estaba en la iglesia, pero muchos invitados sí.

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A tres días de su corrida de octubre en Las Ventas, decía que estaba con el toro debajo de la cama. Que trabajaba el miedo día a día. Torero valiente, de los que torean despacio, dijo que, si en la vida hay algo que te haga más feliz que torear, no haces el esfuerzo que te exige el toro. No sé qué habrá pasado por su cabeza para querer casarse. No querer hacerlo me parece más torero. Aunque sea el día de la boda.

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