En una entrevista con Pilar Gómez en Artículo 14 responde Cospedal sobre la «muy mala relación» con Soraya Sáenz de Santamaría: «No es verdad, desde luego, por mi parte nunca fue verdad». Pero si hasta a Rajoy le hacía gracia esa enemistad. «Ya sabes que ... no se pueden ver», dijo una vez Rajoy a su interlocutor en una cena en la que Cospedal se había sentado al lado del presidente y al llegar Sáenz de Santamaría se colocó en el otro extremo. Que la mentira forme parte de la política lo tenemos asumido. Que a la mentira algunos lo llamen cambio de opinión, también. Pero, a ver, que en una remodelación ministerial estábamos esperando quién de las dos ganaba. El resultado: Cospedal a Defensa y Sáenz de Santamaría, vicepresidencia, ministerio de la Presidencia y el añadido de Administraciones Territoriales. Rajoy mantuvo su serrallo de abogadas del Estado, pero con ventaja para Soraya. Solo nos faltaba el negacionismo de esa mala relación.
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