Se criticó a Santiago Abascal cuando dijo en el Congreso (replicando a Patxi López): «Mi mujer es la que manda en casa. Quiero y necesito a las mujeres que nos rodean». López, ese hombre convertido en el enfadado abuelo de Marisol, le había soltado que ... odiaba a las mujeres libres. También he leído una columna esta semana sobre la forma de vestir de Abascal (como reacción a que el líder de Vox criticara cómo iban algunos diputados y apelara al decoro, que miraran a los ujieres uniformados). Aunque citara las camisetas, no es eso lo más criticable puesto que las mujeres que le rodean en su grupo han camiseteado mucho (de Olona a Carla Toscano). Pero, demonios, que no es lo mismo un hombre con camiseta que una mujer con camiseta. En el Congreso o donde sea. Feijóo se ha vuelto a dejar disfrazar. Pasó en 'Esquire' y ayer en 'Yo Dona'. Y sí, lo primero que me pregunto, heteropatriarcando, es por qué le deja su mujer hacer así el ridículo.

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