Que Puigdemont pueda ser candidato en las elecciones catalanas, pero sin campaña, es una idea más bonita que la de vivir sin trabajar. Ojalá todo el mundo se presentara sin campaña. Dejo por un momento el disparate obsceno de la ley de amnistía. Voy a ... lo menos importante. A dar por saco con las campañas. A darnos la vara gastando palabras (y dinero).

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En los Oscar, Emily Blunt y Ryan Gosling presentaron un tributo a los especialistas con un guion que justifica salir a hablar en público en la tele. Su peleílla en broma (como las de Juanito Valderrama y Dolores Abril) a propósito de 'Barbie' y 'Oppenheimer' fue una maravilla. Me estoy acordando de las parejitas de los Goya que entregaban premios. «Ay, qué bien estar en Valladolid». Si no tienes nada gracioso que decir, sales, nombras a los candidatos, dices el ganador y ya. La cháchara sin fuste de las parejitas en los Goya es el espíritu de una campaña electoral. Una inutilidad molesta.

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