El juez señalado por prevaricación tanto por la esposa como por el esposo dijo al rector Goyache que también podía acusarle de prevaricación. Por el cúmulo de anomalías en la cátedra begoñil, según nos ha contado Melchor Sáiz-Pardo. El rector dio por hecho que ... la señora poseía una licenciatura oficial. Pensó que el responsable académico ya lo habría comprobado. ¿Y por qué iba a necesitar una licenciatura si la razón de la prebenda fue su estado civil y con quién lo compartía? A cualquiera de nosotros nos piden hasta el último sello compulsado para cualquier nimiedad. Imaginen para una cátedra. Pero es curioso lo de dar por hecho. Yo suelo dar muchas cosas por sabidas cuando escribo. Sobre todo, cuando escribo corto. Miguel Espinosa sostenía que si escribías que alguien bebía una Coca-Cola debías explicar qué era una Coca-Cola. Cuando contratas a la mujer del César debes comprobar que lo que te está vendiendo es Coca-Cola y no Inca Cola.
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