Una vez uno de mis sobrinos, siendo niño, apareció en su casa con el pelo teñido de rubio. Su padre, en lugar de castigarlo o lo que fuera, decidió hacerse rubio también. Cantaban los Manos de Topo que hay que ser rubia una vez en ... la vida. Supongo que vale también lo de ser rubio. A Meloni, una rubia, la pusieron verde cuando se le ocurrió lo del campo de internamiento de Gjader en Albania. Y ahora va Bruselas y tiene la idea nada innovadora de crear campos de deportación en terceros países mientras se tramitan las solicitudes de asilo. Una especie de isla de Ellis.

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Von der Leyen estudia centros de deportación, la mejor manera de introducirlos en el marco jurídico europeo y sus implicaciones financieras. La Comisión presentará una propuesta antes de marzo sobre instalarlos fuera de la UE, algo inspirado en el plan italiano. España defiende acuerdos con países terceros. Ursula von der Leyen, como mi cuñado, se ha tintado de rubio Meloni.

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