Escribía Isabel Coixet en XL Semanal sobre la proliferación de animales en zonas urbanas. Osos, pumas, jabalíes… Contaba que el aeropuerto de Venecia tuvo que cerrar hace unas semanas por una invasión de gaviotas en la pista. El halcón que suele haber en los aeropuertos ... fue atacado por varias gaviotas y huyó. Y salen las autoridades explicando que los elementos disuasorios «respetan la fauna garantizando al mismo tiempo la seguridad». ¿Pero qué respeto a las gaviotas, esas ratas marinas? Y Perales cantando lo de «y en el cielo dibujó gaviotas».

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Una conocida escritora tiene casa frente al mar, un piso con una terraza de esas que miras envidiosa desde abajo. Qué maravilla desayunar ahí. Pero parece que, si sales a la terraza con algo de comida, las gaviotas se lanzan sobre ti. Está bien sentirse Tippi Hedren, una estrella, pero no en una película de Hitchcock. Aunque Tippi seguro que siempre prefirió las gaviotas al pájaro de Hitchcock.

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