Fue este martes más día de la Constitución que el 6-D. Fría la carrera de San Jerónimo sin público. Todo acordonado (o acondonado). Frío tuvo que pasar la infanta Sofía, que al salir llevaba un chal seguramente prestado sobre su alquilado vestido primaveral. Doña ... Sofía, la joven. Doña Sofía, la reina, no estaba. Tampoco hay que ir a la portada de Semana, que con el titular 'Ruptura total en la familia real' ponía a la reina Sofía llorosa del otro día.

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Pero aunque pueda parecer exagerado, la gente quizá no entienda la exclusión de doña Sofía en un acto en el que estaba el padre Ángel. Vale, no está don Juan Carlos. Pero que el cortafuegos por la ejemplaridad arrase a doña Sofía se entiende poco. Es verdad que tenemos la vista puesta en el futuro y en el presente de la princesa de Asturias. En su ejemplaridad libre de pecado original. Después de este día grande, vendrá la investidura de Sánchez gracias a todos esos que este martes no estaban.

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