El proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para el 2021 con el que el Gobierno de España quiere, si consigue sacarlos adelante, dejar atrás los que Montoro diseñó en 2018 y que hoy siguen en situación de prórroga forzosa, no esconde ninguna sorpresa ... para La Rioja. Porque no lo es que, como ha venido ocurriendo puntualmente en cada ley presupuestaria desde hace ya algunos años, las necesidades más perentorias de la región no hayan encontrado acomodo entre tanto capítulo, tanto epígrafe y tanta cifra.
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Las inversiones previstas, por valor de 39 millones de euros, rozan lo testimonial si se matiza que algo más de la mitad, 20 millones, tienen un único destino: la Ronda Sur de Logroño. Para quien aterrice virgen de conocimiento y prejuicios sobre este proyecto de Cuentas del 2021, La Rioja habría de parecerle un paraíso hecho autonomía tal es la frugalidad de las necesidades que refleja. Los miles de euros que allega para una de las principales urgencias de la región, el ferrocarril, suenan a propina y a cuenta de ronda barata.
Se confirma otra vez el lampedusiano principio de que todo ha cambiado para que todo siga igual. Gobierne quien gobierne, La Rioja no pasa de ser esa tierra simpática donde se come bien, se bebe mejor. Y que nunca pide nada.
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