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Contraje una extraña alergia durante la primavera del confinamiento que sigue sin abandonarme ya bien entrado el otoño. En realidad nunca había sido alérgica a nada, salvo ahora a estas dos frases repetidas en estos tiempos hasta la náusea: «nada volverá a ser lo mismo» ... y «esto ha venido para quedarse». Es escucharlas y sentir que me salen ronchas en la parte del cerebro destinada al raciocinio. Esa manera de hablar saltando de cliché en cliché (cuanto más cenizo mejor), sin ejercitar el sentido común, aplicar la lógica ni detenerse a analizar el verdadero significado de las cosas, es una especie de pandemia equivalente en capacidad de contagio al coronavirus.

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larioja Ronchas