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Un rompehielos sin rumbo

Un rompehielos sin rumbo

Editorial ·

ERC entrega a Torra y a JxCat la llave de la crisis continua al reclamar una mesa de negociación permanente y sin condiciones

Domingo, 22 de diciembre 2019, 09:49

El 28º Congreso Nacional de ERC tuvo lugar ayer en el 'impasse' decretado por los republicanos en sus negociaciones con el PSOE, vista la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE. El cónclave respaldó a la dirección del partido en su gestión de cara ... a la investidura de Sánchez. Pero elevando el tono de sus exigencias, como cabía esperar. De entrada, ERC espera conocer la interpretación que la Abogacía del Estado haga de esa sentencia ante el Supremo para reanudar -o no- los encuentros con el PSOE. Lo que compromete tanto al Gobierno como a la institución encargada de velar por la legalidad de los actos de la Administración central, al verse emplazados a conducirse no por razones jurídicas sino por conveniencias políticas que impondría ERC. La insistencia, por otra parte, en que cese la «represión» y se promulgue una «amnistía» imposible desde el punto de vista constitucional representa mucho más que una vindicación simbólica. Con ella los republicanos pretenden neutralizar al Gobierno que resulte de la investidura de Sánchez, para que no adopte iniciativa alguna contra aquellas actuaciones del independentismo que pudiesen desbordar la legalidad. ERC aboga por un referéndum pactado con el Ejecutivo, pero sin renunciar a la unilateralidad. La declaración de Oriol Junqueras -«La independencia es irreversible y un nuevo referéndum, inevitable»- sitúa la estrategia de fondo en línea con el 1-O. Ayer Aragonés presentó a su partido como el «rompehielos» del independentismo, dispuesto a acabar con las resistencias del Estado a dialogar sobre los objetivos secesionistas. Tal presentación no ha hecho gracia a los demás independentistas, reacios a aceptar siquiera la hipótesis de una ERC hegemónica. El posibilismo que sugiere ERC no acaba de atenerse al principio de realidad. Por una parte, porque hasta cuando cree mostrarse pragmático no quiere darse cuenta de que el PSOE tampoco está en condiciones de acercarse tanto a las tesis del independentismo. Léase, a la consagración bilateral de un foro de encuentro entre el Gobierno y el de la Generalitat que trate sobre cuestiones sin encaje constitucional. Por la otra, porque al reclamar esa mesa de negociación permanente, ERC concede a Torra ahora y a JxCat durante lo que reste de legislatura la llave que podría volver a atrancar las relaciones institucionales entre la Moncloa y el Palau de la Generalitat.

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