Pablo Iglesias. Efe

Restos de la 'nueva política'

Editorial ·

La estabilidad requiere que Ciudadanos no se desmorone y Podemos se modere mientras ambos actores políticos estén en las instituciones

Domingo, 9 de mayo 2021, 02:00

El declive electoral y político de Ciudadanos por un lado y de Podemos por el otro desbarataron hace tiempo la perspectiva de que el panorama político español fuese a pivotar en torno a esos dos partidos emergentes. Hoy parece increíble que la formación liderada entonces ... por Albert Rivera albergara esperanzas de superar al Partido Popular la víspera misma de que Pedro Sánchez presentase la moción de censura contra Mariano Rajoy, hace tres años, y que también entonces Pablo Iglesias siguiera aspirando a lo propio respecto al PSOE. Aquel golpe de timón, y de suerte, protagonizado por el hoy presidente precipitó el declive de quienes se reclamaban de la 'nueva política'. Aunque no tendría sentido suponer que si Rajoy hubiese continuado con la legislatura la política española estaría hoy más en manos de Ciudadanos y Podemos. El nacimiento de ambas formaciones fue resultado de un notable hartazgo en la sociedad frente al bipartidismo, la corrupción, y la deriva independentista del catalanismo en el caso del partido naranja. Pero a medida que se fragmentaba el arco parlamentario, las irregularidades en el ejercicio del poder político eran depuradas en los tribunales, y se empantanaba el secesionismo, Podemos y Ciudadanos no supieron o pudieron positivar su aportación crítica. La sorpresiva irrupción de Vox actuó además como un señuelo que centró las atenciones de Pablo Iglesias y acabó desconcertando a Albert Rivera. Ambas formaciones surgieron, por otra parte, dependiendo de un fuerte liderazgo que quienes lo encarnaban no fueron capaces de administrar sin excesos personalistas; para acabar escenificando dos despedidas idénticas. La de Rivera desató en Ciudadanos desavenencias internas que no han cesado, hasta cuestionar la viabilidad del partido centrista. La de Iglesias deja aun más en el aire el futuro de los morados, comprometiendo en esa medida la suerte del Gobierno de coalición. Desde el respeto a lo que cada partido político resuelva, y el deseo de que lo haga con la máxima democracia interna, es innegable que, en estos momentos cruciales, la estabilidad de las instituciones adquiere mayor valor. Que precisa contar con un Ciudadanos que no se desmorone mientras esté en el gobierno de autonomías y ayuntamientos, en el Congreso y el Senado. Y que necesita que Unidas Podemos se modere mientras forme parte del Consejo de Ministros.

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