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El viaducto de hierro sobre el Najerilla conocido como puente de Arenzana, que en la paz del lecho del río descanse, no era la octava maravilla, pero tenía encanto. Cuando pasaba por el puente nuevo, construido a escasos metros en los 80, se me iban ... los ojos hacia aquella elegante rareza del patrimonio ingenieril riojano, que en 2025 hubiese cumplido un siglo de existencia. Pero, enfermo de olvido y abandono, el 26 de octubre el puente claudicó quebrándose por la mitad y cayendo al río al paso de un camión cisterna cargado de truchas, parece un chiste, de la Consejería de Sostenibilidad y Transición Ecológica del Gobierno de La Rioja, cuyo conductor, por fortuna, sufrió poco más que el susto.

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larioja Réquiem por un puente