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La calle República Argentina ha sido siempre territorio hostil –como Logroño en general pero resumido en una sola vía– para el buen conductor. En Logroño quedaba aún uno, un buen conductor, pero lo estaba dejando, desesperado. Las medidas de la desescalada le pueden dar vida. ... Se llega uno a República Argentina y se lleva un susto gordo si no anda avisado. Ni un coche en doble fila. Es más, no cabe la doble fila. Y no es que haya invisibilizado esa costumbre tan nuestra como el caballo del Espartero, es que se ha esfumado la fila de aparcamiento de los impares y ha quedado una calle hasta con aire centroeuropeo tan del gusto del logroñés... cuando viaja por Europa. La calle que ningún alcalde, ni alcaldesa, ha sabido someter a la civilización resucita víctima de la desescalada. Le pierde, si acaso, ese cierto aire de provisionalidad que conserva. Como si a Hermoso le quedasen dudas o si quisiese formar en la alineación de alcaldes derrotados por esta calle que ahora parece Europa.

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larioja República Argentina es Europa