Pocas cosas le ponen tanto a la izquierda de la señorita Pepis como un crucifijo. Antes, la cruz competía en eso con la sotana y el hábito talar, pero los curas, como las monjas, ya no son lo que eran y se visten como si ... fueran personas humanas. El consejero que dejó la gloria bendita de la playa y el jubileo para venirse a poner en orden el sistema educativo riojano ya tiene un rifirrafe con la Iglesia para su denso currículum. A cuenta del profesorado de Religión ha montado un sainete con la diócesis de antagonista. No estaba yo en que la asignatura de Religión andaba entre los cien problemas que desvelan a los riojanos, pero mira tú que por lo visto sí. Y un problema es como una muela picada: se arranca y se acaba el dolor. Aunque algunos preferimos la endodoncia y el empaste. Y somos más de que los hijos lean sobre la Rerum Novarum de León XIII que de que echen la tarde descubriendo sintagmas preposicionales y modificadores indirectos camuflados entre núcleos, determinantes y predicativos. Y a nadie se le ocurre sugerir que sobran los profes de Lengua.
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