La tensión alcanzada por las discrepancias entre los dos socios del Gobierno de coalición en vísperas del 8-M y el hecho de que gran parte de las convocatorias acabaran con declaraciones muy próximas a las posturas de Unidas Podemos, independientemente de la diversidad de ... las participantes, ha podido llevar a Irene Montero y a Ione Belarra a concluir que así han reactivado a sus bases y neutralizado, de paso, las pretensiones de Yolanda Díaz de diluir la marca morada en Sumar. La circular remitida por el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, para que los integrantes del ministerio público se opongan a la revisión de condenas en caso de que la pena dictada forme parte de la horquilla que contempla la ley del 'solo sí es sí' ha podido hacer pensar al Ministerio de Igualdad que la razón está más de su lado que del Ministerio de Justicia. Puede que las dirigentes de Podemos estén convencidas de que no tienen nada que perder tensando las relaciones con los socialistas e incluso con Pedro Sánchez. Pero las vicisitudes del Ejecutivo y de sus aliados parlamentarios estaban ya erosionando la credibilidad de la fórmula a pesar de que su aritmética dejara en evidencia la inexistencia de alternativa alguna en esta legislatura. Mucho menos si un Consejo de Ministros dividido por puyas y recelos acaba emplazando a los ciudadanos a que evalúen la gravedad de la situación atendiendo al lenguaje no verbal de sus integrantes.

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Hay algo peor para la democracia, el apego ciudadano hacia sus representantes políticos y la búsqueda justa de soluciones a los problemas que aquejan a la sociedad que el espectáculo de división que ofrece el Gobierno de coalición. Es que el PSOE y Unidas Podemos crean que sus acuerdos y desacuerdos son la expresión única de la voluntad política de los españoles. Que el país no tiene más remedio que esperar a que decidan minorar diferencias y, mientras tanto, se vea conminado a sobrevalorar sus coincidencias restando importancia a los disensos cuando sus actores tratan de realzarlos a cada paso. Ambos partidos están demostrando mayor capacidad para sortear desavenencias aparcándolas o acallándolas que mediante renuncias o transacciones que tengan en cuenta el parecer del resto del arco parlamentario, de los sectores afectados o de las personas expertas. Es lo que diferencia los usos de la coalición progresista de la costumbre en que se mueven las alianzas de gobierno en el resto de Europa.

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