Una relación distante
Editorial ·
Pese a sus diferencias, Sánchez y Casado deberán asumir sus responsabilidades para encauzar acuerdos que necesita el paísSecciones
Servicios
Destacamos
Editorial ·
Pese a sus diferencias, Sánchez y Casado deberán asumir sus responsabilidades para encauzar acuerdos que necesita el paísLa reunión entre el presidente Pedro Sánchez y el jefe de la oposición, Pablo Casado, impulsada por el primero tres meses después del 10-N, no podía ofrecer otro resultado que el de ayer: ningún acuerdo inmediato. El mandatario socialista no tenía posibilidad alguna de ... conseguir que el líder del PP se aviniese a secundar, siquiera de forma indirecta, los propósitos que la coalición PSOE-Unidas Podemos trata de consumar. Del mismo modo que Casado tampoco podía esperar que el inquilino de La Moncloa hiciese caso a sus exigencias de romper los cauces de diálogo con ERC o de aceptar una enmienda a la totalidad a la política económica del Gobierno.
El de ayer fue un encuentro preelectoral, con las autonómicas vascas y gallegas convocadas para el 5 de abril y las catalanas en puertas. La cita coincidió, además, con el emplazamiento público de ERC para que la comisión negociadora entre el Gobierno central y la Generalitat se reúna la semana que viene. Y con el llamamiento de Quim Torra a aunar los criterios del independentismo gobernante ante esa cita reclamada. El problema estriba en que Casado y su partido esperan a que la legislatura de Sánchez sucumba o se entrampe aún más en la negociación de los Presupuestos, mientras que el presidente confía en distender las relaciones del Gobierno con el PP para asegurarse la continuidad de su mandato. Y, sobre todo, para desbloquear nombramientos en el Consejo del Poder Judicial, el Tribunal Constitucional o el Defensor del Pueblo que ineludiblemente requieren un acuerdo con el PP. Es poco probable que el ciclo electoral que se abre en Euskadi, Galicia y Cataluña cuestione abiertamente la apuesta del presidente. En el mejor de los casos para Casado, podría conformarse con que las cosas se queden como están ahora. Es la ventaja con la que juega desde la asunción de que el escrutinio autonómico le será más favorable que adverso a Sánchez.
Sin embargo, la legislatura del 'progreso' depende de que el Gobierno afronte positivamente el desafío de las pensiones, la deuda y el déficit públicos y la financiación autonómica. Retos que no podrá superar sin pactos con el PP, por mucho que vea a los populares a la baja. Cabía la esperanza de que ayer se produjese un deshielo en las relaciones. Ni siquiera dio para eso la cita. Ambos dirigentes deberán asumir sus responsabilidades en una liza que no podrán sortear sin un acuerdo de fondo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.