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Voy a intentar llegar a la última línea de esta columna sin escribir la palabra maldita, porque andamos ya todos aguantando una losa de tristeza y de cabreo que ha hecho de nuestra sociedad una bomba de relojería, y como esto siga así, la olla ... a presión terminará reventando. Hay por casa periódicos viejos, de antes de este incendio, y a veces los ojeo para viajar en el tiempo, y hasta la información más breve y más insignificante de la sección de deportes es una ventana abierta a otro estado de ánimo, porque te lleva al instante a un mundo que ya no está.
También hay otras noticias en medio de este derrumbe, aparecen como objetos imposibles, igual que ese oso de peluche que flota sobre el agua sucia en mitad de algún tsunami, y a mí me encanta encontrarlas. Hace días un tipo robó un camión de limpieza de Logroño. Cuando lo detuvieron alegó que tenía que hacer recados y, al verlo abierto y en marcha, «lo cogió prestado». Hemos tenido a un preso de permiso enredado en el lodazal de Villarejo, a unos críos denunciados por hacer botellón en el cementerio de la ciudad, o ese otro miserable al que sorprendió la policía abriendo un cuadro eléctrico municipal para cargar los teléfonos de personas sin hogar y cobrarles el servicio; hay cosas peores que robar una moneda del bolsillo de un muerto. Pero no hay noticia en el mundo más surrealista que la subida de sueldo que va a aplicarse el ejecutivo central; son un circo ambulante y no hay día sin función.
En mi cacería de informaciones ajenas al cataclismo, las que más me entretienen son las florituras del lenguaje. Ahora que la sirena de Ibercaja sonará sin hacer ruido cada noche en cuanto den las diez, el gobierno afirma que no es un toque de queda. Según su lógica, los 17.800 riojanos sin empleo que contabilizó la EPA tampoco están en el paro, son felices ciudadanos en situación coyuntural de cese de actividad laboral. Estamos en tiempos de charlatanes, ya lo vio hace muchos años Ramón Gómez de la Serna cuando nos dejó esta frase: «Publicidad, reina del mundo, yo te saludo».
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