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El persistente desacuerdo entre los dos socios del Gobierno sobre la ley del 'solo sí es sí' condujo este lunes al PSOE a registrar en solitario una proposición de ley para reformarla, que Unidas Podemos rechazó de plano al considerarla «inaceptable» y «una vuelta al ... Código Penal de La Manada». A las ministras y demás responsables de la marca morada les resulta difícil admitir que deban establecerse penas análogas a las previstas antes de la entrada en vigor de la nueva norma, ya que ello supondría aceptar que se equivocaron en su redacción, con lo que no podrían continuar alegando que las rebajas de condenas y excarcelaciones «no deseadas» que han desatado una considerable alarma social responden a la arbitrariedad de los jueces y no a carencias en el rigor jurídico del texto. Pero, sobre todo, les exaspera la necesidad de objetivar las causas de los supuestos más graves por la utilización de violencia o intimidación en la agresión sexual al entender que ello desplazará del «centro de la ley» el consentimiento que, en contra de lo que pregonan, ya era en la anterior regulación el factor esencial para determinar la existencia o no de delito y sobre el que la principal aportación de la nueva consiste en definirlo.
El portavoz socialista en el Congreso, Patxi López, se mostró abierto a negociar los cambios con los grupos que apoyaron la norma –que no pueden desentenderse de las consecuencias de su aplicación– y descartó al PP del diálogo ofertado. Pero si algo demuestra lo sucedido es que la incursión en el ámbito penal no permite soluciones imaginativas o voluntaristas a medida de las conveniencias partidarias. De modo que resulta difícilmente imaginable que, con las divergencias mostradas, los socios de Gobierno puedan suscribir una enmienda conjunta en el trámite parlamentario de la proposición. Dificultad a la que pareció sumarse ERC, junto al inexplicable silencio que mantiene la vicepresidenta Yolanda Díaz y la ambigüedad de Izquierda Unida o En Comú.
La eventualidad de una negociación de la reforma con el PP representa una línea roja intraspasable para Podemos y que también ha marcado el PSOE. Pero, si su aliado no se aviene a secundar la proposición socialista, al partido de Pedro Sánchez le será muy complicado soslayar el concurso activo o pasivo de los populares para aprobar una reforma ineludible , que confirma graves errores en la gestación de la ley y que debió abordarse con mayor urgencia.
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