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Confieso que me confunde Sánchez como la noche le confundía al fulano aquel. Pedro me confunde. No sé si está más por el voto de Arrimadas o si por el del filoterrorista. O si se la refanfinfla. Un día, Sánchez y los ministros del partido ... le dan que te pego al discurso de que España necesita unos nuevos Presupuestos, que todo lo que no sea darles amor y apoyo resultaría inaudito y que el rechazo convierte al osado rechazador en pangolín, como poco. Pero otra tarde, su vicepresidente sale dando palmas con la coleta al saberse que EH Bildu se suma a la mayoría que sostiene al Ejecutivo y mientras media España se esnifa una Hornimans por no vomitar, a Pedro ni se le mueve un pelo, que se sepa. Ni un gestito de desagrado, ni una mueca leve de fastidio, ni un ademán de incomodidad para dar a entender que le gustaría un toque anaranjado en su cóctel de alianzas. Como seguramente le gustaría a esa media España con memoria y dignidad a la que no se la refanfinfla.
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