Secciones
Servicios
Destacamos
Hemos pasado Navidad y entrado en el Nuevo Año esperando que, según un dicho catalán, «Año par, llena el cesto». Y ojalá sea así, porque necesitamos oxígeno tras las vicisitudes de dos ejercicios de pandemia, desastres naturales como el volcán de Palma, el encarecimiento energético ... o basculaciones geopolíticas empujadas por las pretensiones de China y Rusia.
El tiempo pasa de manera inexorable. Hay que aprender de lo pasado para encarar el futuro que abre 2022 abocado a un mundo quizás no peor, pero sí más complejo, con numerosos retos: desigualdades económicas agrandadas en un panorama de incertidumbre y percepción de fragilidad, alcance de a lo que aboca el metaverso, paradojas de la globalización o el paso del COVID desde la pandemia hacia la endemia.
Como indicador de ese fluir del tiempo, el fin de año de 2002 (hace solo veinte) celebrábamos la entrada en circulación de una nueva moneda, el euro, sustituyendo a las tradicionales en el espacio europeo de los entonces países constituyentes. Un paso hacia adelante que fortaleció el vínculo económico en la UE con balance dispar de menor crecimiento entre los países mediterráneos (España, Grecia o Italia), que afrontaron políticas de ahorro y austeridad para vencer el endeudamiento excesivo, pero que ahora pueden verse aliviados por el fondo de recursos Next Generation. Una inyección transferida desde los más ricos para afrontar la devastación por el COVID financiando necesidades médicas, ayudar a sectores como turismo, restauración u hostelería, o el industrial, afectado coyuntural y estructuralmente. El Banco de España estima un crecimiento económico español del 5,4% en 2022 recuperando la situación prepandemia en 2023, pero con una inflación interanual del 3,7% que acentúa la desigualdad en la población incrementada en 2020 (1,1%; 25,3% del total) situando a una cuarta parte en la pobreza. Brecha creciente también internacionalmente según el World Inequality Laboratory.
La entrada en 2022 comporta afrontar un mundo complejo en el que es preciso vivir sin miedo a pesar de la fragilidad, en el que ha pasado lo peor del coronavirus, según apuntan expertos como el profesor John Bell de la Universidad de Oxford. Un año en el que hay que reducir las asimetrías reconstruyendo el país, armando un amplio consenso político y encarando la crisis energética u otras coyunturas.
Como el café es la materia prima más encarecida en 2021, quizás debamos brindar con él resilientemente, para que 2022 logre lo mejor de nosotros hacia el progreso.
Feliz Año, a pesar de todo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.