Pufos de todo a cien

Hace casi dos décadas fue lo de Opening. Una academia de idiomas fulera que dejó en la estacada, sin decir ni yes y con la cuenta como el frigorífico de Carpanta a miles de familias que se empufaron para que el chico hablase el inglés ... de Alec Guinness sin salir de house. Abusó de las mejores intenciones de madres trabajadoras y del sueño de una clase media, hoy en peligro de extinción, que se tragó el cuento de la lechera y firmó su alma a un diablo con nombre de financiera a cambio del First Certificate. Al idioma le relevó como objeto de deseo una piñata blanca e inmaculada. Una simetría axial de caninos y molares hecha dentición. Dentix ha sido el penúltimo embaucador que ha capotado en Logroño. La misma batucada la pegaron antes los mismos perros con otros collares. Vuelven, porque el personal se empeña en no escarmentar. Y porque la defensa del consumidor en este barrio es de todo a cien. Como el inglés de Opening y los implantes de Dentix y Vitaldent.