La decisión adoptada por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el primer ministro británico, Boris Johnson, de prolongar las negociaciones sobre el 'brexit', después de haber situado el día de ayer como límite temporal para alcanzar un acuerdo, permite albergar ... alguna esperanza sobre la suerte final del pulso. El hecho de que Michel Barnier haya citado para esta mañana a los embajadores de los 27 ante la UE permite suponer que las partes se han dado unos días de margen para evitar lo peor. Aunque, tras informar de esta última prórroga, Johnson insistió en que las diferencias siguen tal cual estaban, sobre la sujeción del Reino Unido a cláusulas que aseguren su leal competencia con la Unión en el ámbito internacional, las normas y mecanismos que velen por el cumplimiento de los acuerdos y las cuotas de pesca en aguas británicas. Siendo un acto de responsabilidad apurar los días de que se dispone hasta que el 31 de diciembre se haga efectivo el 'brexit', no lo es que los negociadores incumplan los plazos que se dan a sí mismos. Algo que solo podrá justificarse si se termina rubricando un acuerdo sin fisuras. De lo contrario el procedimiento seguido añadirá un sinsabor innecesario a la desastrosa noticia de la ruptura.
¡Oferta especial!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.