PRIORIDADES DE LOS RIOJANOS

Y eso que había pintado calva la ocasión para dejarle avisado al presidente, y a la nómina parlamentaria en general, de que el asunto éste de la reforma estatutaria no estaba, ni está, entre las preocupaciones sustanciales de los riojanos. Siendo rigurosos, seguramente tampoco entre las del segundo nivel. Pongamos, por no defraudar buenas intenciones, que sí en el tercer escalón, pero lejos de lo de la pérdida de empleo por desgaste del tejido industrial regional, lo del campo o lo de la calidad de la asistencia en Atención Primaria, por poner tres ejemplos que le asaltan a cualquiera el caletre si se pone.

Es por todo esto, que no les es ajeno ni oculto a las gentes que manejan los partidos, que se le antoja extraño al que suscribe el interés sobrevenido, la urgencia de último minuto con la que Gobierno y Ciudadanos quieren sacar adelante la reforma con una propuesta que saldrá a escena apenas hilvanada, mal cosida. ¿O es que de verdad creen que la reforma del Estatuto les va a dar un voto, un solo voto, en mayo? Advierte cualquier profesor en la víspera del examen que lo que no se haya trabajado durante el trimestre no se puede reemplazar por un atracón de libro la última noche. Y suelen llevar razón. Si has hecho poco en cuatro años, no lo vas a arreglar con una reforma de último minuto.