El Parlamento Europeo ratificó ayer definitivamente el Presupuesto de la UE para el periodo 2021-2027, que había permanecido bloqueado varias semanas por la posición obstruccionista de Polonia y Hungría. El presupuesto apoya la inversión en las transiciones digital y ecológica y simultáneamente se aplicará ... el estímulo para la recuperación de 750.000 millones de euros con objeto de hacer frente a la crisis provocada por la pandemia –390.000 millones en subvenciones y 360.000 en préstamos–. La Eurocámara aprobó también el nuevo sistema de condicionalidad para recibir fondos europeos y que prevé la suspensión de las ayudas si la Comisión Europea detecta vulneraciones de los principios del Estado de derecho; dicha medida fue la causante del veto de Hungría y Polonia, a los que una declaración les garantiza que este mecanismo no será utilizado para presionarlos en otros asuntos, como la política migratoria; la condicionalidad se mantiene, sin embargo, como el propio Parlamento Europeo había exigido. Las ayudas a la reconstrucción son decisivas para la prosperidad de la UE, pero no hay que perder de vista que el presupuesto ordinario, que se mantiene en el entorno del 1% del PIB, es muy corto para que la Unión adquiera una envergadura inusitada.

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