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Después de que se calmaran los chillidos y pucheros de Greta Thumberg, el ciudadano desconfinado deseaba otra movida por la que salir a berrear. Lo escribía hace días el coronel Luis Pontijas para el Instituto Español de Estudios Estratégicos. En resumen, explicaba que Occidente es ... un polvorín de descontento tras la crisis de 2008, y que ahora, con el derrumbe económico que se espera por el coronavirus, cualquier cosa puede prender una mecha que termine en saqueos, barricadas y disturbios en las calles. El motivo es lo de menos, se trata de expresar ese 'malestar difuso', como definió hace tiempo Pío García.

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larioja Prender la mecha