Este 13 de mayo, como sabéis, queridos lectores, el poeta valenciano Francisco Brines recibió el Premio Cervantes 2020 de manos de los reyes en una ceremonia íntima, en su casa de Elca. No es un poeta de público multitudinario, ningún poeta lo es. Brines, cuya ... obra no es muy dilatada, posee una artesanía de la palabra y una profunda mirada poética que le ha hecho merecedor de números reconocimientos, desde el Premio Adonais al Premio Nacional de Las Letras, o a ser miembro de la Real Academia Española, hasta este galardón literario, el más importante de las letras castellanas. El jurado resaltó su poesía «intimista y entrañable» y «su obra poética que va de lo carnal y lo puramente humano a lo metafísico, lo espiritual, hacia una aspiración de belleza e inmortalidad».

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Pero Paco Brines, de la Generación de los 50, es mucho más. Brines es una persona inteligente, sensible y muy sencilla, y de todo ello doy fe. Un grande de la literatura que —como todos los grandes– no alardea de lo que puede, si no que desde su poética y su clarividencia habla de tú a tú con el lector o con su interlocutor. Lo mismo te abre las puertas de su fortaleza y te muestra su territorio con la naturalidad de un íntimo amigo, que se sienta a hablar contigo del amor, el goce, su madre, Elca, el misterio de la vida, el devenir de la muerte o del profundo contento por haberse dedicado a su poesía. El poeta que se nombra como 'el hombre extraño que ahora escribe' o 'solo soy un suspiro, que dice su extinción' explica en 'Ensayo de una despedida' que «la vida se refleja muy arbitraria y deficientemente en la literatura, pero con tanta magia en ocasiones que ella encarna en sí toda la vida».

Así que, cuando compartes charla con él, cuando le lees y cuando ves que toda su entrega ha culminado en el enorme reconocimiento que supone el Premio Cervantes, no puedes dejar de preguntarte: ¿por qué nos parece la poesía algo ajeno, distante o difícil? ¿por qué no sabemos poner otra mirada a la vida? Tal vez la respuesta sea otra interrogación: ¿por qué la poesía es un género literario relegado en la educación de los niños?

La poesía favorece el desarrollo del lenguaje y del pensamiento infantil; amplia el vocabulario; estimula la memoria auditiva y rítmica; incentiva el gusto por la lectura; ayuda a expresar libremente sus emociones, y fomenta la creatividad y la empatía. La poesía no es cosa de locos o de poetas, es asunto de sensibilidad al mirar, y eso se enseña y se aprende. «En el fondo, un poema no es algo que se ve, sino la luz que nos permite ver. Y lo que vemos es la vida», tal afirmó el poeta Robert Penn Warren.

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