El poder de la palabra
CON LOS SIETE SENTIDOS ·
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Aquel sapo nuevo llegó a la comarca de las ranas y las revolucionó con su palabrería y su música barata, y de momento todo era diversión. Pero el sapo fue inflándose e inflándose con los halagos y con el público que acudía a escuchar sus ... charadas y palabras con un ritmo desbaratado y diferente de las sinfonías melodiosas, y entonces las croadoras lo encontraron tan fácil, tan subversivo, tan ellas que cuanto decía se convertía en su credo, sin pararse a pensar en ello. Así, el nuevo batracio fue hinchándose de ego y comenzó a soliviantar al vulgo y a hacer apología de varias causas injustificables. Como supondrás, querido lector, la organización que mantenía la paz y las leyes en el territorio ranil condenó esa actitud y la actividad que producía desorden y violencia entre la población.
El sapo fachendoso se enrocó en sí mismo y en una preciosa charca sagrada, de modo que se convirtió en mártir y víctima del sistema opresor ranil que no permitía palabras contrarias a las suyas.
Las ranas más jóvenes, obcecadas por la supuesta mordaza que imponían a su líder, se agruparon en patrullas, provistas de toda clase de utensilios destructores y comenzaron una abrasión de las charcas principales, dejando a los moradores sin comida, ni bebida, incluso sin hogar, ya que habían arrasado los terrenos. Las ranas encargadas de mantener el orden no podían controlar la turba croadora. Las ranas sureñas se reunían desesperadamente con padres de familias —pues para mayor desastre, algunos renacuajos habían participado en la descerebrada barbarie—, con profesores y con algunos mandatarios con sentido común, y abundaron en su propuesta de Educación al alumnado, y también de planes de educación a padres, representantes de charcas y cualquier cargo público al servicio del bien común. Les hablaron de incluir en los programas cinco habilidades de pensamiento (Spivack y Shure) como: El causal, que permite diagnosticar acertadamente las situaciones (qué está pasando), estableciendo correctamente la relación causa-efecto. El alternativo, que permite idear el mayor número posible de soluciones para un problema determinado. El consecuencial, esa capacidad cognitiva que prevé las consecuencias de un dicho o un hecho. El pensamiento de perspectiva, que es la habilidad cognitiva de ponerse en el lugar de otro y hace posible la empatía. El pensamiento medios-fin que implica proponerse unas finalidades y planificarse para conseguirlas. Junto a ello hablaron de trabajar la lógica, las matemáticas, el lenguaje, la música, el análisis crítico y la deducción, la autoestima y la gestión de emociones. Habilidades, imprescindibles, a la larga, para evitar comportamientos nefastos como los que estaban viviendo.
Tal ocurre en territorio anfibio, y en el nuestro, y si no ponemos remedio eficaz se puede cumplir la reflexión del poeta sirio Hafiz «Las palabras que pronuncias se convierten en la casa en la que vives», y posiblemente esa casa nos destruya.
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