Pobres o ricos

El zarpazo de la pobreza se extiende aunque no sea visible en las calles. El alto precio energético y la carestía en progresión de productos básicos afectan a la viabilidad de comercios y establecimientos, así como a los hogares. Según 'Save the children' las familias que no pueden mantener una temperatura adecuada, aún en esta moderada climatología invernal, superan ya el 15 %, generando estrés y dificultades entre los adultos y en la infancia que habita en ellas situándolas en una situación de riesgo ante la que numerosas familias se endeudan para afrontarla.

Por otra parte, los resultados del sector bancario en 2022 indican que comerciar con el dinero de todos está siendo un buen negocio, reforzado por el alza de los tipos de interés que augura mayores beneficios. La pregunta es hacia dónde deriva la banca las ganancias, considerando que hace una década el erario público inyectó 80.000 millones (según el Banco de España) para rescatar a diversas entidades en crisis. ¿Dónde va el ahorro del cierre de sucursales y oficinas en los lugares que más falta hacían? Sería buen momento para dejar de ajustar plantillas y de cerrar oficinas de atención al cliente cambiándolas por las 'store' en las que hay que entrar de puntillas pidiendo una atención personalizada que antes era habitual. Que la banca gane dinero es bueno para la salud económica de un país, pero no a costa de sus clientes o propietarios del capital con el que negocian y del que extraen beneficios; es triste que el usuario/inversor no participe de ellos, relegado como observador solitario, en las aplicaciones con las que se le obliga a operar, de cómo cae el capital invertido sin tener a quién preguntar como revertir una situación con cada vez más exigencias de condiciones o trámites cambiantes y menor atención profesional.

Hay que preguntar dónde se revierte el dinero ganado hacia una sociedad que la ayudó y que reclama recuperar una atención más allá de la soledad digital o unos cajeros, promocionando, además, políticas sociales que palíen la pobreza cada vez más extendida en los hogares españoles y la infancia que habita en ellos.