El Consejo de Ministros aprobó este martes el Plan de Contingencia Energética que fija los objetivos, medidas y recomendaciones para hacer frente en nuestro país a la crisis desatada por la guerra de Putin. La proximidad del invierno hacía imprescindible la elaboración de una guía ... en la actuación de las distintas administraciones y en la asunción solidaria de compromisos de eficiencia y ahorro por parte de las empresas y los hogares. España se enfrenta al desafío energético con el suministro de gas, electricidad y crudo razonablemente garantizado en relación a la situación que atraviesan los demás socios europeos. Pero, además de asegurar la calefacción, el agua caliente y la luz para las familias que se encuentran en dificultades de abonar sus altos costes, todos los actores institucionales, industriales o individuales en condiciones de hacer frente a la factura energética tienen el deber de contribuir a un esfuerzo colectivo para que de España se provea gas y electricidad al resto de la UE. No solo porque formamos parte de un proyecto común; no solo porque es urgente neutralizar desde la unidad el cerco que la Rusia de Putin pretende establecer en torno a Europa. También porque de cómo trascurra el invierno en el centro y el norte de la UE depende que la economía española se sobreponga a un tenue crecimiento durante 2023 en medio de señales recesivas en la Unión.
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El cuadro expuesto por la vicepresidenta Teresa Ribera indica que el Gobierno deberá detraer recursos de los Presupuestos en trámite para atajar los efectos socialmente más gravosos de la crisis energética, ampliando la cobertura de ayudas directas, incluyendo la asistencia a 1,6 millones de hogares con calderas comunitarias. Al tiempo que contempla derivar una parte de los fondos europeos para promover el autoconsumo y el fortalecimiento del PERTE de renovables. La emisión de facturas que estimulen la eficiencia y el ahorro por comparación con el vecindario y las indicaciones precisas para que cada empresa y cada hogar se haga su propio plan de contingencia. Pero dado que Ribera no concretó los medios financieros y normativos que empleará el Gobierno para alcanzar los objetivos propuestos, planteándose además una horquilla de ahorro de entre un 5% y un 13% en el consumo de gas, ha de precisarlos cuanto antes para dar credibilidad y solvencia al plan. Como parece conveniente que dé cuenta de los resultados que se vayan obteniendo, siquiera parcialmente, semana a semana.
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