El pistolero del poncho

Primer capítulo de lo que se conoce como 'La trilogía del dólar' y filme inspirado en una de las cumbres de la obra de Akira Kurosawa, 'Yojimbo'. Eastwood encarna a un vagabundo buscavidas que recorre el aspero Oeste en busca de patrones que contraten sus servicios. Personaje nómada, solitario, silencioso y letal. Un poncho como vestimenta destacada, cigarro en la comisura de los labios, mirada afilada y breves diálogos cortantes. Un perfil parco y austero que cimentó, sin embargo, una imagen que se ha perpetuado en el tiempo como representante del acuñado como 'spaguetti western'.

El errático tipo llega a un pueblucho comandado por dos familias enfrentadas. Apenas cuatros casas y un puñado de vecinos son testigos de una enemistad secular. Ventajista y oportunista, el pistolero se hace tentar por los dos clanes rivales y juega su apuesta. Entretanto confraternizará con aquellos que no son más que figurantes colaterales de la tragedia.

Un planteamiento de odios y enemistades fragua un producto seco y árido, conforma un estilo personal y una mirada sobre la violencia y su estética. Entre los fogonazos de las pistolas, asociados con un sonido moderno y penetrante, irrumpe la partitura de Ennio Morricone, que sembró de notas plurales una tensa historia de venganza y villanía.