Lo mismo es leer que el ministro Ábalos viene mañana a La Rioja y que me dé un queseyó de satisfacción. Ahí lo veo, llegando en tren a la intermodal (intermodal en diferido, pero intermodal al cabo); haciéndose una foto bajo el donus que ha ... alimentado nuestro rico patrimonio arquitectónico de vanguardia; paseando por el parque Felipe VI (el del soterramiento, como cualquier logroñés, por supuesto, sabe) y refrescando incluso sus ministeriales pinreles en el pediluvio construido a tal fin en esa córcova verde (¿?) que le ha crecido a la ciudad a sotavento. Y lo imagino después sacándose de su gubernamental chistera los proyectos de la 232 o lo del tren Miranda-Logroño-Castejón... ¿A qué, si no es con un saquito de lo nuestro, se llega un ministro a provincias fuera de campaña electoral? «Querido ministro, todas las comunidades te necesitan, pero La Rioja la que más», le dijo Andreu antes de ser presidenta en su última visita a este fango malcomunicado. Y si se lo dijo, es porque es verdad: todos somos contingentes, solo tú eres necesario, José Luis.
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