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Discurren plácidamente las aguas del Ebro hacia los laterales de sus riberas y hacia el mar; entretanto, los humanos que habitamos en sus cercanías pululamos al ritmo frenético que nos marcan unos cuantos poderosos, lejos ya de las tranquilidades que existieron de vez en ... cuando en siglos pasados. Menos mal que existe el móvil para conectarnos inmediatamente incluso con nuestras amistades australianas.

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larioja A pesar de todas las granizadas