Dos personas heridas, una tercera detenida y dos perros recluidos en el Centro de Acogida no es un balance menor para un suceso tampoco menor que convulsionó el lunes la calle San Juan de Logroño. Un suceso injustificable cuando las noticias sobre ataques de perros ... peligrosos como estos menudean cada cierto tiempo, algunas con resultados terribles. Fue uno de estos ataques, el de un dogo argentino en Mallorca en 2002, el que impulsó la primera norma legal nacional sobre tenencia de estos animales. Esta apunta al deber objetivo de cuidado (imprudencia) que obliga a un estricto y permanente control del perro por parte de su responsable. De entrada, los dos perros no estaban dados de alta entre los 600 considerados peligrosos que se cuentan en La Rioja. Del mismo modo, atribuir a un descuido el que los canes se escapasen, como hizo la copropietaria, no disminuye su responsabilidad, sino al contrario. No deberían hacer falta recordar ese deber a todo propietario de un can peligroso. Solo en la confianza de que se atiende ese compromiso será posible la convivencia, que no siempre es cómoda, entre los perros y el conjunto de la ciudadanía. Depende de esa responsabilidad y de la obligación de la Administración para hacer cumplir estas normas en todos sus extremos.

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