De perros y de animales

En el municipio madrileño de Valdemoro un individuo arrojó, presuntamente, a un perro por la ventana desde el quinto piso, provocándole heridas graves. Ninguno de los propietarios del perro bajó a la calle, así que un vecino trasladó al animal a un centro veterinario. No, al presunto agresor, no: al perro.

Tras recibir el alta el pasado día 30 en el centro especializado donde fue asistido, la Asociación de Iniciativas para el Bienestar de los Animales (aiBa) se ha hecho cargo de él en una casa de acogida. Se ha hecho cargo del perro, claro, no del supuesto agresor.

Tras las pertinentes investigaciones, un joven de 23 años fue detenido el pasado jueves en Valdemoro por la Guardia Civil y por el Servicio de Protección de la Naturaleza, acusado de lanzar al perro por la ventana. No solo por eso. También, por presuntos malos tratos a su pareja, de 21 años, y al perro que compartían, de raza pitbull, al que, supuestamente, lanzó por la ventana el día de Nochebuena.

Según las primeras investigaciones, el joven lo hizo con la intención de hacer daño a su pareja, con la que convivía y a la que, al parecer, retenía en contra de su voluntad. Está acusado de malos tratos en el ámbito familiar, contra la integridad moral, detención ilegal y maltrato animal. Verdaderamente se había propuesto dar una nueva dimensión a la palabra animal. El joven, claro, no el perro agredido.

Con el nombre de Santa ha sido rebautizado el can. No en vano, cayó si no del cielo sí de una considerable altura el día de Nochebuena.

La futura reforma del Código Penal prevé endurecer las penas por maltrato animal. Ya están tardando.