Periodista asesinado

Fogel concentra toda su pasión y puntillosa investigación en relatar el asesinato y desaparición del cuerpo del periodista, Jamal Khashoggi, el 2 de octubre de 2018, cuando entró en el consulado de Arabia Saudí en Estambul para solicitar la tramitación de su matrimonio con su prometida.

Una noticia que dejó consternada a la opinión pública por la brutalidad y crueldad del crimen llevado a cabo de manera premeditada. Las imágenes del columnista de 'The Washington Post' saliendo de su hotel acompañado por su novia, llegando al consulado y franqueando su puerta para no volver a salir producen conmoción. El montaje es brillante, efectivo. El guion trenzado con talento provoca shock.

La recreación minuciosa y detallada de lo que ocurrió en el interior del consulado queda avalado por las transcripciones de las grabaciones recogidas por las cámaras del edificio en las cuales se pueden escuchar conversaciones como «¿Ha llegado la víctima al sacrificio?», que dan cuenta del espantoso horror que tuvo que sufrir el periodista desde que entró en el consulado a las 13.14 horas.

Bryan Fogel se muestra como un documentalista atrapado por un hecho real que le produce repulsión tremenda y desgrana con toda su maestría, visual y estética también, una cronología de los acontecimientos que no por conocida produce menos pavor y desasosiego. Emplea varias voces para armar su trabajo y todas dejan un poso difícil de olvidar. Entre ellas, la del propio Khasoggi anunciando sus intenciones de jubilarse mezcladas con declaraciones del fiscal jefe de Estambul y de la policía forense de Estambul que sobrecogen.