Preocupados por el devenir profesional de la danza en La Rioja, recurrimos a la figura de David y Goliat para explicar las desigualdades en actividades juveniles, en dos modalidades con objetivos muy diferentes: la danza y el fútbol. La relevancia del fútbol frente a la ... ignorancia de la danza, ambas atléticas y de equipo, con una diferencia grande entre ellas: la expresión escénica.
Logroño y La Rioja están viviendo algo histórico: la danza de dos logroñeses, de dos riojanos, está presente en el panorama internacional. En solo tres años el palmarés cuenta con una medalla de oro en el Prix de Lausanne 2023 y en 2025 un nuevo logroñés está seleccionado para participar en el Prix de Lausanne.
Millán de Benito –nuestro Billy Eliot riojano– medalla de oro en Lausanne y ahora se le suma, en 2025, una nueva promesa que se llama Gabriel Tudelilla. Dos jóvenes logroñeses, en la élite de la danza, que lo tienen claro y que trabajan muy duro para pulir sus excelentes condiciones para la danza en un país que da poca importancia a la profesión de bailarín. No hay más que ver lo poco que brillan nuestros bailarines españoles, que se tienen que ir al extranjero por la falta de compañías donde seguir creciendo como intérpretes.
Y llegado a este punto yo formularía una pregunta: ¿cuántos jóvenes practican fútbol federado en La Rioja a día de hoy? Consultadas las estadísticas de la Real Federación Española de Fútbol, en 2023 había 8.961 jugadores federados. Esta cifra incluye también a las chicas que practican fútbol y que obtienen muy buenos resultados en competición.
Dicho lo cual, y para establecer puntos de comparación, análisis y reflexión, haría una segunda pregunta: ¿cuántos de todos los jóvenes federados llegan a las divisiones de honor del deporte «rey»? Consultada la hemeroteca, encontramos un dato revelador: «Los futbolistas riojanos se han esfumado de las categorías profesionales. La temporada 2021-22 finalizó sin un solo nombre riojano en Primera División y este año va camino de lo mismo. Ni rastro de futbolistas riojanos en las plantillas de los veinte equipos de élite».
Preguntemos por la danza: ¿cuántos estudiantes de danza hay en La Rioja? No se puede saber. No existen estadísticas. Sí podemos afirmar que hay un número muy considerable, tomando como referencia las escuelas existentes en La Rioja. Podemos asegurar que el número de chicas supera al de chicos que practican danza. ¿Cuántos chicos se preparan para convertirse en bailarines? Sin miedo a equivocarme, creo que no llegan a una veintena frente a las más de 3.000 chicas aprendiendo a ser bailarinas.
En esta coyuntura convendría reflexionar sobre: difusión, ayudas, atenciones, promoción, escándalos... Hay mucho de que hablar para establecer espacios equitativos para la juventud interesada en otras prácticas más allá del fútbol. Los bailarines han de buscarse la vida, mejor dicho, sus padres buscan recursos para facilitar la formación de sus hijos. Desde las Administraciones públicas riojanas nunca se ha contemplado, ni se contempla, las becas para una completa formación profesional de danza. En cambio, se invierte mucho dinero en la práctica futbolística con argumentos como: «es saludable la práctica del deporte» o «fomenta valores y crea conciencia de trabajo en equipo». ¡Cuánta vergüenza se pasa, a veces, al asistir a encuentros juveniles de fútbol donde los propios padres agreden a árbitros o montan tanganas de muchísimo cuidado! Espectáculos gratuitos que nada tienen que ver con el mundo del espectáculo al que desean pertenecer nuestros futuros bailarines riojanos.
No es mi intención, ¡válgame Dios!, hacer de este artículo un arma para hurtar apoyos y ayudas al fútbol. El deseo reside en poner de manifiesto la inferioridad de trato entre las políticas de ayudas y promoción de estas dos formas de vida. Desventajas económicas en formación, en promoción, en presencia en medios de comunicación, en programaciones teatrales... La danza de los riojanos, aun jugando en total minoría numérica, está obteniendo mejores resultados en la competencia internacional.
Una pequeña brisa de esperanza se deja sentir gracias a estas dos futuras estrellas internacionales. Ellos lograrán cambiar, con el apoyo de todos, algunas circunstancias en las políticas de ayuda a la danza en La Rioja. Ellos dos serán fuente de inspiración para otros más que vendrán, estoy seguro.
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