Una pasta gansa

Nunca he sido muy de hacer causa pública con los dineros que perciben los representantes políticos. Incluso soy capaz de sostener que algunas de sus nóminas son rácanas y razón de que los mejores, los más preparados, los brillantes, las mentes preclaras, los elegidos no ... aspiren, habitualmente, a dedicarse a la cosa pública. Un sueldo que en el mercado laboral privado sería de tercer nivel y un linchamiento público garantizado no tienen pinta de ser buen reclamo para captar vocaciones entre la élite. Ahora bien, entre este personal planteamiento y que las diputadas y diputados de provincias, pongamos que de La Rioja, vean su nómina adornada con una golosa cifra, casi dos mil euros, en concepto de indemnización por gastos de desplazamiento en pleno confinamiento tercia una legión romana en fila india. No anda el común para tonterías. Le sobran motivos para el cabreo y le falta 'cariño'. Los nota distantes, aunque juren que donan esa pasta gansa a las hermanitas.