Cada día me levanto con más dudas y menos certezas y tal vez por eso me impresionan tanto aquellos que exhiben verdades inmóviles y pétreas. En los periódicos encuentro hechos, argumentos, datos y reflexiones que suelen hacer estallar los escasos asideros que me unen a ... la Verdad, si es que verdad alguna vez se puede escribir con mayúscula. Páginas que, en abigarradas líneas, sujetan el peso del mundo pero que echan a volar desordenadas con una simple ráfaga de aire. Tal vez ese sea el sino de una profesión que se construye durante una jornada para destruirse con nocturnidad y volver a empezar de cero una y otra vez, como un Sísifo sin piedra. Lo efímero que se convierte en historia y que nos empuja a seguir buscando, pensando y dudando. Hoy, como ayer y también mañana, solo puedo invitarles a que pasen y lean.
¡Oferta 136 Aniversario!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.