La huelga que los letrados de la Administración de Justicia protagonizan, amparados en su legítimo derecho, con un seguimiento masivo ha terminado de atrofiar un engranaje, el judicial, que ya adolecía de lentitud, falta de medios e inversión, como ha denunciado este miércoles el decano ... de los abogados riojanos. A sus retrasos endémicos, acrecentados por la pandemia, se suma ahora un paro indefinido que, en la práctica, paraliza la tramitación de no pocos asuntos que pasan a engrosar la cada día más nutrida carpeta de 'asuntos pendientes' que, a su vez, recrudece la sempiterna dilación y el atasco del sistema. Los ciudadanos, como ocurre con cada protesta laboral que concierne a un servicio público, son los damnificados pasivos sin que desde instancia alguna nadie sea capaz de garantizarles el derecho que les asiste ni siquiera en los casos más extremos, aquellos que, por ejemplo, se refieren a pensiones alimenticias judicializadas. El Ministerio de Justicia no puede ponerse de lado sino que debe enfrentar con urgencia desde el diálogo la situación para que los administrados dejen de ser rehenes del conflicto.

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