Secciones
Servicios
Destacamos
Han reescrito algunos pasajes de los libros de Roald Dahl para eliminar palabras tan ofensivas como 'gordo' o 'feo' en una nueva maniobra del victimismo retrospectivo que vuelve a recordar a la locura censora de los sistemas autoritarios. Ahora recortamos párrafos igual que Stalin recortaba ... fotos viejas para acomodarlas a sus purgas; otra vez se certifica que lo que más cambia es el pasado.
La Historia es una disciplina narrativa pero no se puede reescribir, como mucho hacer lo de Loquillo que durante años suprimió de sus conciertos la canción 'La mataré'. Además de considerar idiotas a las generaciones actuales y venideras se va asumiendo con una naturalidad que estremece este totalitarismo blando de la hipercorrección moralista. Ahora le ha tocado a Roald Dahl pero hay muchos ejemplos y seguirán aumentando porque nada otorga hoy más notoriedad que portar el estandarte de damnificado por algo. Han llamado racista a Tintín, blasfemo a Darío Fo o depravado a Nabokov igual que a los cuadros de Balthus y las posibilidades son inagotables: quizás cambien 'El Quijote' por usar la alegoría de la enfermedad mental o puede que terminen editando el vídeo del gol con la mano de Maradona porque consagra la cultura del engaño, y ya sabemos todos que el mundo es un paraíso radiante repleto de gente honrada y de acciones ejemplares.
Entre estas idioteces fue especialmente grotesca la queja contra 'El diario de Ana Frank' al que tacharon de pornográfico; hay gente a la que le escandalizan más cuatro reflexiones ingenuas de una niña adolescente sobre sexo que el hecho de que las escribiera escondida de los nazis antes de ser capturada y morir con 15 años en un campo de concentración. En Santa María la Mayor de Treviana hay un capitel en el que se ve la figura de una mujer mostrando su sexo, y en el ábside de Santa María de la Concepción de Ochánduri aparece un hombre con un miembro gigantesco como el de un sátiro intentando penetrar a una mujer. Son dos joyas del románico y va a haber que darse prisa para contemplarlas antes de que algún tarado las consiga censurar por lujuriosas.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.