El papel de la UR

La sesión de apertura del curso del Campus Iberus y de la Universidad de La Rioja permitió a ésta encontrar en el Gobierno regional y en su presidenta un aliado irreemplazable para la doble función que como institución pública le compete: garantizar la educación superior ... como un derecho social universal y evitar que, como avisó Concha Andreu, ésta no se convierta en un privilegio de quienes puedan pagársela. Como hizo en su discurso de investidura, Andreu avanzó sin recato en el elogio de lo público en el ámbito de la enseñanza en general y de la universitaria en particular, entendida ésta, explicó, como «la mejor inversión social que un país puede hacer en la actual sociedad del conocimiento». Una interpretación plausible que deberá materializarse en forma de una financiación suficiente, la eterna reivindicación de los sucesivos claustros de la universidad pública riojana, así como de un apoyo institucional sin fisuras, dos extremos que la titular del Gabinete autonómico comprometió en su primera intervención ante la Academia. Se trata, en cualquier caso, de la fórmula magistral para facilitar la tarea de estudio, investigación y docencia que atañe al personal universitario. Y para garantizar el papel protagonista que, como imperativo compromiso social con la región, le corresponde a la Universidad de La Rioja, papel que el Gobierno, se escuchó ayer, le reserva como pilar «desde el que pivotar el crecimiento económico equitativo y el cambio de modelo productivo en esta región», un planteamiento que exige tanta confianza como ambición desprende.