La gran pandemia ha tenido efectos psicológicos notables sobre las personas y ha producido significativos cambios económicos, algunos encaminados a adaptar las actividades a la nueva situación, otros generados por la demanda de nuevos productos o servicios. Gran efecto ha causado también sobre las empresas, ... que han debido cambiar la mentalidad: quizá el teletrabajo ha sido el cambio más visible, que ha llegado para quedarse y que impulsa a su vez la innovación y la digitalización, la logística y, de su mano, el 'e-commerce' se ha disparado, programas de videollamadas, coches, patinetes y bicicletas eléctricos, videojuegos, ciberseguridad, 'e-learnig' –sobre todo en la educación superior–, la telemedicina, los supermercados 'o nline' y las empresas de comida a domicilio, cine y entretenimiento en 'streaming'... Es de suponer que el mercado se ocupará de estabilizar estos nuevos negocios, que en todo caso representan un salto adelante. Constituyen el envés positivo de la gran tragedia, que ha sido capaz de promover las vacunas y que nos dejará un rastro aprovechable en muchos sentidos.
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