Un país más pobre

Los 4.000 millones de euros retirados por las familias españolas de sus depósitos y cuentas en efectivo solo en el tercer trimestre del pasado año para poder afrontar con normalidad su vida diaria dan fe de los estragos causados por la escalada de la ... inflación en nuestro país. El desorbitado aumento de los precios, iniciado en la energía y extendido al conjunto de la cesta de la compra, equivale a un empobrecimiento general por la pérdida de valor de los ahorros, a la que en este caso se une una apreciable disminución del poder adquisitivo, ya que la subida de los salarios en ese ejercicio –un 2,78% de media– fue casi seis puntos inferior al IPC. La riqueza financiera de los hogares –la diferencia entre sus activos en cartera y sus deudas– acumulaba una significativa caída del 3,84% a finales de septiembre, en la que también incidió el mal comportamiento de las bolsas. La moderación de la inflación en los últimos meses supone un escaso consuelo cuando los alimentos y otros productos básicos siguen sin ofrecer indicio alguno de tregua, más allá de la bienvenida rebaja del IVA aprobada por el Gobierno, lo que impacta especialmente en los colectivos con menores recursos.