Sostiene el presidente de ARAG-Asaja (y este es el lema para su campaña para la renovación de la Interprofesional) que sin viticultores no habrá ... Rioja. Y como siempre con su tono de abusón de patio, pretenden ser una organización «responsable, fiable, solvente y profesional». Pues menos mal, pero mucha gente no sabe que Asaja pertenece a la CEOE, por lo que no es tan claro que su interés sea el de los viticultores, sino el de las bodegas con las que comparten asociación. Así se comprende los acuerdos que toma en el Consejo Regulador, como cuando obligan a los viticultores a reducir rendimientos hasta en un 10%, mientras que las bodegas no reducen la transformación uva/vino en la misma proporción. Pero se equivocan: si seguimos en las manos en las que estamos, vino DOC Rioja va a seguir habiendo seguro, pero lo que no está tan claro es que queden viticultores en nuestros pueblos. Viticultor, como nosotros lo entendemos, aquel que no solo tiene la mera titularidad de un viñedo, sino que lo cuida durante toda la campaña para recoger y vender las uvas que tanta fama han dado a nuestra región en todo el mundo. Así que uvas que seguirá habiendo, pero conseguidas por tractoristas (antiguos viticultores contratados por las grandes bodegas), no cultivadas con el esmero, el sudor y los desvelos de viticultores profesionales, que luego venden el fruto de su trabajo, bien en uva, bien transformado en vino por ellos mismos o por su cooperativa.
Los actuales grupos mayoritarios de la Denominación de Origen Calificada Rioja, con sus malas decisiones, han puesto en peligro el modelo que desde la Unión defendemos, el de los pequeños y medianos viticultores. Por supuesto que la situación internacional, el aumento de costes y el descenso del consumo del vino influyen, pero ante estos desafíos no se han tomado decisiones rápidas, eficaces y valientes, sino que todo se ha fiado a las ayudas a la destilación y a la vendimia en verde, parches puntuales que no sirven para arreglar el problema estructural que tenemos en Rioja. Y todavía dice Asaja en su propaganda «Sigamos haciéndolo mejor que nadie». Manda narices...
Ahora, la organización que se ha empeñado históricamente en plantar viñas hasta en los tiestos, la única solución a la crítica situación del Rioja es arrancar. Antes plantar, ahora arrancar. Para la UAGR el arranque de nuestras cepas es la última opción, y, si se llega a ella, cuidando mucho quién puede acogerse a esta drástica medida, no sea que saquen beneficio de nuevo personas y sociedades ajenas al sector, esas a las que tan alegremente se les han dado cientos de hectáreas en sucesivos repartos. En cambio, en la Unión siempre hemos sido muy celosos con las plantaciones, así como con las subidas de rendimientos, siempre con la mente puesta en cuidar la rentabilidad del viticultor.
Las decisiones de quienes comandan la Denominación nos han dejado al pie de los caballos
Las decisiones tomadas por quienes comandan la Denominación nos han dejado al pie de los caballos. Todos recordamos la capacidad de negociación que teníamos hace 20 años, sobre todo en años de escasez de uva y vino. Ahora, en cambio, da igual que haya mejor o peor previsión de cosecha, las bodegas tienen materia prima de sobra para elegir, abusando de los viticultores como han hecho en las últimas campañas, con los desprecios sangrantes de la última vendimia como colofón.
Nos acusan de levantarnos de las mesas y de ser siempre los del no (falso, cuando los acuerdos nos parecen adecuados, los apoyamos, y ejemplos hay bien recientes). Pero para plegarse por costumbre a los intereses de las grandes bodegas «porque hay que llegar a un acuerdo», para vender las migajas obtenidas en cada supuesta negociación, para aprobar normas que van contra los viticultores, para figurar, para eso no estamos. Para eso ya hay otros que lo hacen muy bien.
Porque en la Unión tenemos clarísimo a quiénes defendemos, a los verdaderos viticultores, a los que podan y labran las viñas, a los que se desesperan con la uva mientras la bodega les retrasa la vendimia. Porque no somos todos iguales: nosotros no pretendemos triunfar en los despachos, ni salir guapos en las fotos. Nuestra obsesión es defender a los viticultores, grandes o pequeños, socios o no de cooperativas, de toda la Denominación.
Así pues, para cambiar el rumbo de la Denominación, proponemos a los viticultores/as que no pertenezcan a una cooperativa votar a la UAGR-COAG. Porque la Unión defiende a los viticultores.
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