Una oportunidad para el Reino Unido
Los conservadores británicos ya no hilan filo ni tienen la sutileza para resolver crisis políticas
José M. de Areilza
Domingo, 23 de octubre 2022, 00:19
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José M. de Areilza
Domingo, 23 de octubre 2022, 00:19
El fracaso estrepitoso de Liz Truss como primera ministra ha llevado a algunos a comparar injustamente la política del Reino Unido con la de Italia. La inestabilidad crónica y la rápida rotación de gobiernos hermanaría a las dos capitales europeas. Es cierto que el 'Brexit' ... devora a sus hijos y que desde la fractura con la Unión Europea no hay dirigente conservador que se consolide al frente del ejecutivo. Pero recordando la frase que dijo Giulio Andreotti al comentar con mi abuelo Areilza el inicio de la transición española a la democracia, «manca finezza». Los conservadores británicos ya no hilan fino ni tienen la sutileza para resolver crisis políticas, como sin embargo siguen haciendo los italianos. La razón es bien conocida: el partido conservador ha sido contaminado por la ola de nacionalismo y populismo que afecta a los países occidentales. El trazo grueso y la emocionalidad han sustituido a tradicional flema inglesa, con sus mil matices y su capacidad para el análisis certero. Boris Johnson y su discípula Truss son políticos enfocados a la conspiración y dedicados sobre todo a obtener el poder, sin sentir inclinación alguna por las obligaciones tediosas del arte de gobernar. Prefieren lo estridente y llamativo a la gestión de la complejidad. Rehuyen la dura tarea de conseguir consensos.
La primera ministra más breve de la historia, que además nunca se presentará a unas elecciones, será sucedida por otro dirigente conservador en unos días. Su partido tiene una oportunidad histórica de experimentar una catarsis y volver a ser una formación política que albergue sensibilidades diferentes y no se defina por oposición a Europa. En el fondo, los 'tories' necesitan elegir a alguien como Keir Starmer, el serio líder laborista, un aburrido moderado respetado por su seriedad al abordar los asuntos públicos. Es posible que para que esto suceda deban perder antes las elecciones generales. La llegada al poder de un partido laborista centrado ofrecería también la ocasión de tejer una relación constructiva con la UE. En asuntos tan cruciales como la guerra en Ucrania o la lucha contra la emergencia climática, la cooperación con los europeos continentales no ha dejado de funcionar, a pesar de la inestabilidad política en Londres. El final de la hegemonía del nacionalismo inglés sería la ocasión de sentar las bases de una relación económica y comercial más estrecha. Incluso es posible que los próximos gobiernos británicos sean capaces de estabilizar la economía antes que la eurozona, también con nubarrones muy preocupantes en el horizonte. Truss ha hecho un gran servicio a su país dimitiendo, aunque ella no lo sabe.
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