Macarena Olona dio un paso al lado tras su fiasco en las elecciones andaluzas alegando problemas de salud. Ahora se sabe que su patología tenía que ver con la tiroides pero, en vista del terremoto desatado y el malestar con el partido que la aupó, ... también con su vanidad. No es un mal infrecuente. Suele atacar a no pocos políticos que pasan de la nada a todo. Peones en la sociedad civil enrolados en formaciones que súbitamente alcanzan una dimensión impensable y, casi sin transición, pasan del anonimato a copar portadas. A partir de ahí brotan en el enfermo unas ronchas de egocentrismo que no dejan de picar por más que se rascan. Los que eran amigos íntimos de utopía mutan en sospechosos habituales de intentar ocupar un sillón que, por supuesto, el otro no merece. Justo en ese instante la mirada se nubla, sin diferenciar bien los contornos que separan a la persona del candidato. Es quizá el síntoma más elocuente de una dolencia cada vez más extendida. Los ideales se diluyen y uno acaba arrogándose todos los éxitos y culpando a la organización –y su cúpula– de los desastres presentes y futuros. Cualquiera recetaría una ración de calma. Tomar unas pastillas de humildad, retirarse incluso, retornar a aquella vida gris sin asesores ni declaraciones grandilocuentes a la prensa previa a su incursión en la política. Pero no. El efecto secundario más común llegados a este punto consiste en escuchar voces. De pronto, un coro empieza a gritar al oído del paciente que la sociedad le reclama, que la ciudadanía sedienta de su liderazgo y hambrienta de sus consignas. Que si no vuelve a la primera línea el mundo se para y que qué más dan unas siglas u otras cuando lo que realmente importa, el único profeta verdadero, eres tú. El enfermo no puede defraudar al clamor, la fiebre sube, el pelo se cae y ya solo hay un remedio contra el fracaso: achacar todo a un complot de la ultraderecha. Aunque milites en la ultraderecha.
¡Oferta 136 Aniversario!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.