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Oiga usted

CHUCHERÍAS Y QUINCALLA ·

Teri Sáenz

Logroño

Domingo, 13 de noviembre 2022, 01:00

En cuanto empieza a oler a elecciones, al político le invade una súbita ansia de escucha. Una mañana entorna la ventana de la sede o va andando al despacho oficial, aspira el aire y automáticamente las orejas se le inflaman. Es un hambre por escuchar ... irrefrenable, urgente, salvaje. Casi caníbal. Como si hasta ese instante hubiera permanecido en un búnker, sumido en un aislamiento de eremita, y de pronto experimentara la necesidad incontenible por cosechar sonidos y opiniones.

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