Borrar

Guardo el recuerdo de mi madre recriminándonos de niñas a mi hermana y a mí porque tuviéramos todas las luces encendidas. Como no hacíamos ni puñetero caso, ella iba detrás de nosotras apagándolas. Con los años –algo que pasa con muchas otras costumbres familiares–, he ... sido yo la que he deambulado por el piso dándole a los interruptores, a la vista de los ataques súbitos de sordera de mis hijos. Aún hoy lo sigo haciendo. Los dos continúan como tapias.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

larioja Oídos sordos